Interesante tarde se presentaba en la sala Caracol de Madrid con la visita de los suecos Shining, en su Return Of The Enemy Tour 2019, al que asistimos de la mano de Madness live, los cuales llevan ya largo tiempo montando eventos con bandas que una vez se anuncian, sabes que no debes dejar de asistir porque además no suelen ser habituales ni fáciles de ver por estos lares.
En esta ocasión, el cartel lo abrían los invitados SRD, banda eslovena de black metal, que aparecieron en escena ante una sala que esta vez se presentó poco concurrida.
Liderados por Goran Slekovec a la voz, con un único cd editado hasta ahora en el 2017 titulado SMRTI SEL, han sido fichados recientemente por el sello The Sinister Initiative, propiedad del mismo Niklas Kvarforth, motivo también por el que forman parte de esta gira, en la que no ha habido cabida para bandas locales, y en el que realizaron una actuación con una duración superior a la que suele encontrarse normalmente en teloneros.
Comenzaron con un sonido bastante confuso que poco a poco fue colocándose hasta alcanzar gran nitidez, en una actuación donde la atención estaba principalmente focalizada en el propio Goran, con un aspecto muy oscuro, cuidando mucho la parte estética, y al que difícilmente podíamos verle la cara, con actitud, y funcionando a nivel banda de forma muy competente, mientras desgranaban temas como el que da título a su disco, o sumiendose en atmósferas que recordaban incluso por momentos a los primeros tiempos de Mayhem, con temas largos como el que cierra su álbum, Soci, ayudados por una iluminación apropiada para el efecto de contraluz.
Se hizo algo denso en cuanto a duración y dado el carácter de sus temas en momentos un tanto básicos, había ganas de que comenzaran los cabezas de cartel, si bien dejaron un buen sabor de boca al respetable. Algo menos de duración hubiera sido un acierto.
Tras una larga espera que parecía casi eterna, y sin que aumentara mucho más la cantidad de público asistente, los fans más acérrimos se agolparon en las primeras filas cuando se abrió el telón del escenario de la Caracol para que tras la intro, aparecieran en escena los suecos Shining, al mando del impredecible y controvertido Niklas Kvarforth, que arrancaron con Yttligare ett steg närmare total jävla utfrysning perteneciente a su álbum V – Halmstad (Niklas angående Niklas). Con un sonido impecable desde el primer momento, y una actitud potente por parte de toda la banda, el bueno de Niklas, pañuelo en la cabeza y botella de whisky en mano, llenó el escenario desde su entrada con actitud arrolladora. Eso sí, dio la bienvenida a los más cercanos al escenario escupiéndoles por encima y quitándole el móvil a unos de los asistentes que trataban de hacerle fotos (para algo después devolvérselo, seamos honestos).
Enlazaron con Jag är din fiende, tema ya de su último álbum X – Varg Utan Flock, que sonó excelentemente bien, muy compacto, y con Niklas en constante movimiento por el escenario, y en gran estado de voz, pero eso sí, quien se queda cerca sabe que tan pronto te rocía con el resto de la botella por la cabeza, o te dispara un moco atómico como el que le cayó a algún fan, como da la sorpresa de subir a alguna chica al escenario para lanzarla de nuevo con desprecio… Es su actitud y su personaje, pero también lo que hace que otros nos vayamos hacia más atrás de forma que podamos centrarnos en la música en sí sin participar en estas dedicatorias.
Continuaron con temas como Framtidsutsikter y Vilja & Dröm de su anterior álbum IX – Everyone, Everything, Everywhere, Ends, excelentes en ambientación y ejecución, con un Marcus Hammarström al bajo que se llevaba gran parte de la atención junto a Niklas por su gran actitud en escena, sin parar de moverse e interactuar así como en primera línea de escenario.
Los temas iban cayendo con absoluta claridad sonora entre aullidos de Niklas ambientando las uniones dando tono al carácter sufrido de sus letras, y según se animaba el ambiente, con algún que otro gesto obsceno dirigido al público más cercano.
Seguían sucediéndose excelentes temas como fue Svart ostoppbar eld, track que arranca su reciente X, o Han som lurar inom, para dar paso a un breve solo del gran batería, que por breve y correcto que fue, no se hizo pesado como suele ocurrir en muchas de estas ocasiones, enlazando de nuevo con su álbum V con el tema Låt oss ta allt från varandra, segundo ý último recuerdo de la noche a la etapa en Osmose, de la que al menos por ahora no hacen concesiones salvo estos dos temas, obviando los 4 álbums anteriores e incluso el brillante VI – Klagopsalmer.
Eché de menos algo más de aquella etapa, que es la predilecta del que suscribe, o incluso de su VII, pero entiendo que no se puede tocar todo ni estar a gusto de todos, y que lo que pretende es presentar y centrarse en su etapa más reciente.
Se despidieron previo extensa presentación del tema, con For the god below, único tema que tocaron de su Redefining Darkness, al que siguió una pequeña improvisación según se despedía de los asistentes, con los que estuvo muy participativo e interactuando durante prácticamente toda la actuación y es que aunque realmente la afluencia fue muy baja para lo que esperábamos, hay que decir que fue un excelente concierto donde lo dieron todo, y es que había ganas de ver a Shining en su propia gira, tras la cancelación que sufrimos en el 2015, aunque recientemente se les pudo ver en su paso por el Madrid is the Dark del 2018, donde también dieron una gran actuación en Madrid.
Respecto a la actitud y a los gestos digamos no musicales de Niklas en el show… bueno, es lo que se espera de Shining, es lo que quiere mostrar y supongo que es lo que los fans actuales esperan, e incluso diría que últimamente anda mucho más controlado que en tiempos pasados… pero no voy a entrar en valoraciones, quizás sin ello Shining no sería Shining, pero por mi parte me quedaré como siempre con lo musical, excelentes temas y excelente actuación.
Datos
Sala: Sala Caracol de Madrid
Día: 21 de mayo de 2019
Afluencia: Unas 100 personas