Muere Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal, a los 76 años
El músico británico fallece tras una larga lucha contra múltiples problemas de salud. Fue fundador de Black Sabbath y una figura esencial en la historia del rock.
Ozzy Osbourne, el eterno «Príncipe de las Tinieblas», ha muerto este martes 23 de julio a los 76 años. La noticia ha sacudido al mundo de la música, que despide hoy a una de sus figuras más influyentes y carismáticas. Cantante, icono cultural y pionero indiscutible del heavy metal, su voz, su imagen y su actitud marcaron a generaciones enteras de músicos y fans.
John Michael Osbourne, nacido en Birmingham en 1948, cambió el rumbo de la música en 1969 al formar Black Sabbath junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. La oscuridad de su propuesta, su lírica marcada por lo oculto y la potencia de su sonido definieron el nacimiento del heavy metal. Con canciones como Paranoid, War Pigs o Iron Man, la banda cimentó un nuevo lenguaje musical que aún resuena en todo el planeta.
En los años 80, Ozzy se reinventó en solitario, lanzando discos memorables como Blizzard of Ozz o Diary of a Madman, con el virtuosismo de Randy Rhoads a la guitarra. Su figura pública no dejó de crecer entre excesos, reality shows y resurrecciones artísticas que lo mantuvieron en el ojo del huracán hasta el final de sus días.
En los últimos años, el artista había lidiado con numerosos problemas de salud, incluyendo un diagnóstico de párkinson, cirugías vertebrales y múltiples hospitalizaciones. A pesar de ello, nunca perdió su deseo de volver a los escenarios ni su conexión con sus fans.
Ozzy Osbourne no fue solo un cantante: fue una fuerza de la naturaleza, una figura totémica en la historia del rock y del metal. Con su muerte, desaparece una leyenda irrepetible, pero su música, su actitud y su legado seguirán vivos.
«You can’t kill rock and roll, it’s here to stay», dijo una vez. Y así será.