Con Black Dragon, el grupo asturiano Burnt To Death entrega un trabajo breve pero sólido que condensa todo el ideario del death metal extremo más ortodoxo: precisión técnica, agresividad estructurada y una atmósfera devastadora. En apenas veinte minutos, el grupo demuestra que la contundencia no necesita artificios, solo convicción y oficio.
Producción y enfoque
Autoproducido y grabado en Kollapse Studio bajo la supervisión técnica de Iván Ferro, el EP exhibe una mezcla equilibrada entre crudeza y claridad.
Burnt To Death logran un sonido compacto. La sensación general es la de una banda con las ideas claras. Black Dragon suena como debe sonar un disco de death metal en 2025: sin adornos, sin concesiones, pero con criterio.
Análisis tema a tema
Confined
Inicia el EP con una atmósfera tensa: riffs compactos que generan opresión desde el primer segundo, apoyados por una batería precisa y un bajo que añade profundidad al muro sonoro. La voz gutural asume un papel protagonista desde el principio, articulando el concepto de “encierro” (o “confined”) con convicción.
The Devil’s Blood
Aquí la banda sube el nivel de agresividad. Los blast-beats golpean con mayor insistencia y los riffs se vuelven más torneados, técnicos aun cuando mantienen la directriz del death metal extremo. La producción permite que cada instrumento se distinga sin perder la envoltura general. Temáticamente, el título sugiere sacrificio o pacto oscuro, que la música refleja con esos momentos de casi ritual. Una pieza clave del EP que fue elegido como primer single.
Inhuman (feat. Richard Shaw)
La colaboración con Richard Shaw (ex-miebro de Cradle of Filth) da un matiz especial al trabajo. Este tema combina furia con pasajes más lentos. Desde la perspectiva de la construcción del EP, es el tema que introduce “variabilidad” sin comprometer la brutalidad. Muy destacable.
Against You (feat. Davish G. Álvarez)
La producción conserva la crudeza característica, pero deja espacio para matices: variaciones de tempo, cambios de pie inesperados y una estructura que juega con la dinámica en lugar de apostar solo por la velocidad. En este tema participa Davish G. Álvarez (Angelus Apatrida), quien aporta un solo de guitarra vertiginoso y técnico, impregnando la canción de una energía thrasher que refuerza su carácter combativo. Un gran track para quienes buscan romper el molde clásico del género sin perder identidad.
Black Dragon
El tema que da nombre al EP cierra el trabajo con fuerza. Funciona como remate y síntesis: recoge los elementos más potentes de las piezas anteriores y los concentra en un corte que es a la vez sofisticado y brutal. Hay riffs descendentes, secciones que permiten un poco de “respiro” antes de volver a embestir, y una producción que deja patente que la banda ha ganado en seguridad. La voz vuelve a asumir su papel con autoridad y variedad. El cierre es abrupto, lo que deja al oyente con esa impresión de “esto ha sido un todo” pero al mismo tiempo “quiero más”.








