Lo primero, queremos dar la enhorabuena a «Los Julianes» por lo que hacéis, tanto como afición incansable, como organizadores del exitoso “Julianes Fest”.
Edgar: Muy buenas daros las gracias por esta oportunidad que nos brindas te contestaremos a las preguntas Edgar «Boss» y David «Koma» .
Lleváis desde el 2013 apoyando a los grupos nacionales, contarnos cómo surgió la idea.
Edgar: Bueno, llevamos más años pero cada uno por su lado como buenamente ha podido claro. La idea surgió de una locura, éramos los que siempre estábamos en los concis haciendo el cabra cómo no, es algo que se nos da bastante bien (risas) y coincidiendo en los mismos bares y garitos y me dije porqué no formar un grupete de amigos y liarla en cada concierto y así nació este grupo o Crew como quieras llamarlo.
El nombre pues tiene su historia también: fue en el Sonisphere del 2012 cuando a un amigo y a mí nos dio por llamar «Julian» a todo bicho viviente después del concierto de Vita Imana, y meses después la criatura nació. El nombre no es muy típico para un grupo de Metal, pero nosotros tampoco lo somos (Risas) y nos gusta, es algo distinto y gracioso.
David: Ante todo, muchas gracias por la entrevista y por la enhorabuena que nos regalas. La idea surgió de la manera más absurda, como todo lo bello en esta vida. Sonisphere 2012 de Madrid, noche de pedo en la acampada, a unos cuantos de mis compis se les ocurrió la gran idea de llamar “Julián” a todo el que pasaba por allí vete a saber por qué, una cosa llevó a la otra y acabó trascendiendo en lo que somos ahora. Realmente todos nosotros éramos colegas a raíz de vernos las caras de manera bastante habitual en multitud de conciertos tanto de grupos de fuera como de la escena nacional. De esta manera nos empezamos a conocer al ser siempre los mismos cansinos que íbamos a casi todos los bolos y… ¡tachán!
Lo del nombre es genial, no se me ocurre una forma mejor de poner un nombre. Actualmente ¿cuánta gente forma “Julianes Crew”?
Edgar: Somos 23 de todas las edades y de varios puntos de la península aunque la mayoría estamos en Madrid.
David: Ahora mismo somos 23 personas y la mayoría somos de Madrid, aunque también hay unas poquitas repartidas por otras zonas de la península. Cabe decir que no somos un grupo cerrado y que siempre puede ir en aumento, pero la verdad es que ni nos preocupa ni vamos alistando a la peña jaja.
Hemos crecido en número de personas y nos ha abierto la perspectiva en muchos sentidos tanto para bien como para mal.
Desde 2013 ¿ha cambiado algo en “Julianes Crew”?
Edgar: ¿Que hemos crecido? (risas) no sé, eso lo verán más los de fuera. Desde la crew no hemos cambiado, somos los mismos, tan solo ha cambiado nuestra forma de ver las cosas.
David: Hemos crecido en número de personas y nos ha abierto la perspectiva en muchos sentidos tanto para bien como para mal. A la hora de administrar nuestras redes sociales, organizar el festival y demás cositas que hacemos pues lo abordamos con mucha más madurez y profesionalidad, aunque este último término no creo que sea el más indicado para describirlo ya que “Julianes” nunca será una vía para ganarnos la vida.
¿Cómo os organizáis?¿Cómo elegís a que conciertos vais?
Edgar: No nos organizamos si te digo la verdad (risas). Ante todo somos gente de a pie que simplemente nos gusta este estilo de música. No podemos asistir a todos los conciertos ni mucho menos. Vamos en función de nuestros gustos personales y del dinero que tenga cada uno. Hay conciertos en los que coincidimos la mayoría y entonces quedamos todos para ir, y otros en los que no se puede y van uno o dos, pero ir a todos los conciertos es imposible. En los festivales por ejemplo es más fácil coincidir, pero aun así tampoco nos juntamos los 23 a la vez, cada uno tiene su vida y es difícil.
David: A la hora de publicitar el trabajo de las bandas básicamente es en cuanto lo vemos en las redes, sin ningún orden preestablecido. A la hora de asistir a conciertos y festivales lo que prima es el libre albedrío y no nos organizamos nada de nada jaja. Según los gustos de cada uno pues vamos a unos bolos u otros. Igual para uno de hardcore resulta que vamos una buena tropa, lo hablamos, hacemos una quedadilla y lo petamos allí. Igual para un bolo de progresivo, post rock o cualquier otra cosa solo va uno de nosotros o coincide que vamos unos poquitos, según se dé el caso. La base de la elección simplemente son nuestros gustos y el dinerito que tengamos para ello.
En este nos parecemos mucho. Pregunta ¿qué tal la relación con las bandas? Si alguna no os conoce, debe de flipar cuando vais a un concierto suyo.
Edgar: Cojonuda, la verdad es que son bastantes agradecidas y ya no por el hecho de asistir a un concierto, sino por el soporte o publicidad que les damos en nuestra página de Facebook. Nos encantaría ir a cada concierto, cada semana, pero a veces no se puede. A los que vamos pues a darlo todo, somos así.
David: En ese sentido no puedo decir otra cosa que maravillosa. Siempre agradecidas, cercanas y amables con nosotros. Con las que conocemos en persona y tenemos una relación más estrecha siempre hay una comunicación bastante fluida y el compadreo y el buen rollo es máximo. Al fin y al cabo no dejamos de ser colegas entre todos nosotros. En el caso de que una banda no nos conozca de nada y vea que empezamos a compartir su trabajo y sus novedades de manera totalmente altruísta y que como público lo vivimos bastante en la pista, pues un poco sí que deben de flipar jajaja.
¿Lleváis la cuenta de a cuantos conciertos habéis ido a dar vuestro apoyo?
Edgar: Realmente contarlos ¿para qué? no sé, no los cuento, voy, disfruto y si puedo darlo todo lo doy. S la banda se lo merece pues con más ganas, pero te puedo decir que son bastantes conciertos, a todos los que puedo voy.
David: En mi caso sí. Así en petit comité diré que tengo un Excel con todos los conciertos tanto nacionales como extranjeros que he ido en mi vida y la pasta que llevo invertida desde el primero hasta el último y, claro está, la llevo siempre al día. Cosas de ser un maldito friki y un maniático empedernido jajaja. Si me pongo a contar todos a los que he ido desde que fundamos esto de los “Julianes”, desde luego saldrían unos números bastante altos jaja.
Con lo del excel me has dejado a cuadros (perdón por el chiste). ¿Alguna herida de guerra?
Edgar: Demasiadas (risas), unos cuantos ya estamos con secuelas de los pogos, obviamente la edad no perdona. Yo tengo las rodillas echas polvo, la espalda con contracturas y un tobillo jodido. Hacer el cabra y darlo todo en los conciertos tiene sus desventajas pero claro, seguiré así hasta que muera.
David: Heridas unas cuantas y achaques demasiados. Los arañazos, moratones y rasguños sin importancia están a la orden del día. A veces te llevas un cabezazo de alguien random, un puñetazo, una patada o te llevas a casa un ojo morado por no llevar cuidado o no llevarlo los demás. En mi caso una vez me hice una fisura en un ligamento del cuello de tanto hacer headbanging y tuve que estar con rehabilitación y todo. Ahora lo que tengo fatal son las rodillas, que entre tanto salto y que la edad pasa factura, cada vez veo más cerca el día en el que tenga que pasar por el quirófano.
Toca mojarse un un poco ¿cuál es el mejor concierto que habéis ido?
Edgar: Aquí te diré a nivel nacional para que la lista no sea muy extensa, ya que los Julianes somos «made in spain». Recordando buenos bolos puedo nombrar a HAMLET desde sus inicios hasta la fecha actual, Koma, S.A., Def con dos, Terroristars, Vita Imana, Brothers Till We Die, Hummano, Thirteen Bled Promises, Bellako, Cuernos de Chivo, Sinaia, Desakato, Crisix, Angelus Apátrida, Overdry, Somas Cure, Ktulu, Skunk DF…
David: Uff, encuadrando el tema a nivel nacional, diré que en mis tiempos mozos cada vez que salía de un conci de Koma, S.A., Narco o Habeas Corpus era como si hubiese visto lo mejor del mundo. En estos últimos años esa misma sensación la ha tenido con directazos épicos de bandas como Toundra, Desakato, Berri Txarrak, Hora Zulú, Sujeto K, Uzzhuaïa, Aphonnic, Governors, Fuckop Family, Nothink, Vita Imana… Todos y cada uno de ellos podrían haber sido fácilmente los mejores de mi vida. En este último año concretamente, a ese nivel glorioso destacaría el bolo que dieron Estirpe y Sinaia (rock/metal alternativo) a principios de año en la extinta We Rock, el de Exxasens (post rock instrumental) en la sala El Sol y el de Cobra (southern metal) en la Wurli. Todos inolvidables.
Muchas de éstas bandas se quejan de que no hay apoyo. Sin embargo, esas mismas bandas no apoyan tampoco a las demás.
Dos preguntas seguidas ¿cómo ves la escena nacional? Y ¿qué te parece la asistencia a los conciertos de nuestras bandas?
Edgar: Bufffff hacer estas preguntas a un hater como yo (risas).
Tenemos buenas bandas con un nivelazo de aúpa, eso es innegable y no hay nada que envidiar a «lo de fuera». Desde bandas pequeñas que empiezan y pisan fuerte a grandes bandas que están ahí arriba (y lo suyo les ha costado). Muchas de éstas bandas se quejan de que no hay apoyo. Sin embargo, esas mismas bandas no apoyan tampoco a las demás. Tras un concierto, cuando acaba su show cogen al resto de su banda y se van de la sala, cosa que el público que ha venido a verles expresamente también hace tres cuartas de lo mismo por lo general. Siempre hay buenas excepciones, pero pocas veces se ve a la gente quedarse para ver el resto de los conciertos. A esa gente que se larga les diría: «lo estáis haciendo jodidamente bien, un pin para todos aquellos que lo hacéis». Otro caso también son los que tocan en el mismo evento y al acabar se van fuera o están a lo suyo. Creo que no cuesta nada apoyar y mirar el show de las demás bandas con las que compartes cartel, también se merecen una oportunidad y por algo estarán ahí, los artistas también deberían mostrar interés, mojarse un poco y dar ejemplo, esa es mi opinión.
Por otra parte están las envidias, de «hermanamiento» poquito y esto lo que debería ser es una piña; pero es todo lo contrario, es más una lucha de «quítate tú, para ponerme yo». Por otro lado también tenemos a los managers y promotores, algunos de los cuales son unos vendehumos de flipar que se aprovechan de las bandas. Ojo, que aquí no meto a todos en el mismo saco porque también hay gente que se exprime a currar por sus grupos, gente razonable con la que da gusto tratar y trabajar, pero hay cada uno que telita. Estos últimos se lucran más para su propio interés que por el de la banda. Es lamentable sin duda y una especie con la que tenemos que acabar. No quiero dar lecciones de cómo tienes que llevar a una banda o de cómo ser un buen manager, sólo lo explico desde mi punto de vista, pues cada uno es libre de hacer lo que le salga del mismísimo nacle. Que luego vayan bien las cosas es diferente, eso sí, después no le eches la culpa a los demás si te va mal.
Volviendo al tema de las bandas, si quieres tocar en un festival de renombre pero te piden pasta por ello y ya por eso reniegas de dichos festivales, lo llevas claro. Porque si pretendes tocar por tu cara bonita ante cientos de personas, o pagas o te jodes. En el resto de Europa numerosas bandas que nos la conoce ni el tato pagan cantidades brutales para girar con grupos de mayor nombre. Quizás de toda la gente que les vea en esa gira se queden con cuatro fans, pero al menos ya es algo. Aquí como tengas que pagar por tocar, malo; y si tienes la suerte de que te enchufen pues mejor, pero no critiques porque aquí todo cuesta. Aunque bueno, criticar en el mundo del metal por estas tierras es el pan nuestro de cada día.
Que la escena está mal lo sabemos, que haya mucha cantidad de bandas no significa que haya calidad y, aunque me contradiga con lo dicho más arriba, aquí o nos juntamos todos (bandas, medios, fans) y tiramos hacia delante, o no hay tu tía. Más compromiso, más hermandad y más humildad (esto último a cotas muy altas).
Y el tema de la asistencia a los conciertos es una ruleta rusa, se puede llenar o puede que vayan cuatro gatos al concierto, sobre todo en los casos de los grupos underground. En este último caso es jugártela, currártelo y a ver que sale. ¿Que debería ir más gente? Sí claro, pero a veces no es posible. Es cierto que hay bolos muy económicos, pero no siempre se tiene dinero. Para esto bien podría hacerse hacerse una encuesta a la gente preguntándoles lo siguiente: “Si te mueves por un concierto de 30 pavos, por qué no vas a uno de 5 euros? ¿falta de ganas? ¿falta de interés? Por que por ausencia de publicidad y que no lo hayas visto no cuela. A día de hoy por las redes sociales el tema de los conciertos se mueve mucho. Quizás haya más oferta que demanda, quizás las bandas deberían jugar más con el público, ser más activos, vender mejor el producto y ser más humildes.
¿Qué es lo que tiene que ocurrir en la cabeza de alguien para que cambie ese chip y sea más propenso a investigar más allá de lo que ve en la tele o de lo que está en boca de esa gran mayoría que no sale del sota, caballo y rey?
David: La pregunta del millón. Yo creo que con la respuesta que ha dado Edgar tampoco añadiría mucho más al respecto. Lo único es que yo no opino de la misma manera respecto al hecho de que las bandas tengan que pagar por tocar en grandes festivales de alto nivel ya que a todo el mundo se le debería pagar por el trabajo realizado y no al revés, aunque puedo entender que se opte por pagar a la organización de este tipo de festivales a modo de inversión de cara al futuro para así llegar a más gente. No siempre tendremos que coincidir entre nosotros jeje.
En cuanto a la asistencia, me alegra ver que cada vez hay más bandas consagradas (que lo suyo les ha costado llegar hasta donde están) y que van llenando salas de medio aforo y que gozan de una base de fans bastante sólida. Sin embargo, en cuanto al underground se refiere, la cosa sigue pasando muy desapercibida. El público sigue olvidándose de que hay bandas pequeñas emergentes con una calidad envidiable no solo en el metal, sino en cantidad de estilos de música maravillosos. Es muy complicado despertar la inquietud de la gente para que se ponga a escuchar bandas nuevas por sí misma cuando está obcecada por lo mismo de siempre o por todo aquello que se convierte en mainstream. Yo pienso que el problema viene desde la base de la concepción misma de la música. ¿Por qué yo soy una oreja inquieta que busca descubrir cosas nuevas y la mayoría no? Imagino que es cuestión de la prioridad que le da la gente a la música. Para mí es algo fundamental en mi vida y para otros será un pasatiempo pasajero más del que puedan olvidarse hasta que venga la mitiquez de turno en la que gastarse sus 80 € o 100 € y el resto del año sudarle casi todo lo demás. ¿Qué es lo que tiene que ocurrir en la cabeza de alguien para que cambie ese chip y sea más propenso a investigar más allá de lo que ve en la tele o de lo que está en boca de esa gran mayoría que no sale del sota, caballo y rey? ¿Por qué la mayoría de los niños cuando les preguntas qué quieren ser de mayor te dicen que futbolistas en vez de músicos? Por eso pienso que todo esto tiene que desarrollarse desde la base: educación desde pequeñitos en la que la música sea una parte fundamental de la enseñanza e intentar que el gusanillo por la música (o por la cultura en general) se les pueda despertar en los jóvenes de manera más generalizada; ayudas gubernamentales, facilidades para potenciar la música en directo, regeneración de la industria musical, relevo generacional, que los grandes medios de comunicación no den voz solamente a los de siempre… en fin, son tantas cosas… y más viviendo en este país en el que la cultura se la pasan cada vez más por el pito del sereno a todos los niveles.
También me gustaría hacer mención de la estupidez más gorda del universo: cuando la banda que te gusta es underground y solo la conocen cuatro gatos, entonces es que son auténticos y es cuando molan y eran verdaderos artistas. Sin embargo, cuando esa banda empieza a despegar, a llegar a más oídos y al final termina triunfando (ya no digamos convertirse en un grande a nivel internacional, si no a llenar salas de medio o incluso de gran aforo como muchísimo) es que se han vendido, o que han traicionado a los fans, a sí mismos y a su familia ya de paso. Nunca fue tan fácil escuchar la manida frasecita del “tú antes molabas” de boca de los haters ¿Entonces en qué quedamos? ¿Quieres que las bandas underground que te encantan lleguen a más oídos pero si luego resulta que cuando lo consiguen ya son una mierda? Mucha estupidez veo yo al respecto y es otra de las muchas tonterías que no ayudan nada a que la escena mejore.
Bestial las respuestas, gracias por mojaros tanto. Cambio de tema, hablarnos del “Julianes Fest” ¿Cómo fue la tercera edición?
Edgar: Pues nos salió a pedir de boca y quedamos muy contentos de cómo salió todo al final. El público respondió, las bandas estuvieron a un buen nivel… ¿qué más se puede pedir? Eso sí, nos costó bastante llevarlo a cabo, ya que esta tercera edición íbamos nosotros solos contra el mundo por así decirlo. Estuvimos a puntito de cancelar el evento y todas las cosas nos salían mal, pero al final del túnel vimos la luz y tiramos con ello para delante. Sin ninguna duda ha sido el mejor hasta ahora aunque haya sido el más complicado de hacer.
David: Lo que es el día del festival todo salió a pedir de boca. Nosotros como organización nos lo tomamos todo muy seriamente para que no hubiese problemas, el público respondió, hubo un ambiente genial, las bandas lo dieron todo, hubo beneficios en cuando a taquilla (los cuales fueron todos a repartir entre las bandas) y todas salieron encantadas. Siempre se puede pedir un sold out, pero eso es muy difícil de conseguir, así que tal como salió todo fue casi perfecto para nosotros. Otra cosa sería hablar de todo el proceso de detrás, el cual fue una auténtica tortura. Parecía que nos habían mirado una manada de tuertos y lo pasamos francamente mal porque siempre nos estaban lloviendo reveses por todos lados. De hecho hubo un momento muy crítico en que nos llegamos a plantear muy seriamente cancelar el festival y dejarlo correr. Menos mal que supimos reponernos a todas las dificultades y al final pudimos sacar adelante una edición de la que nos sentimos orgullosos y reforzados de cara al próximo año.
Bellako, Overdry y Sinaia, tres grupazos bien conocidos y bien asentado por sólo 7€…es un precio de risa ¿para la siguiente edición tenéis pensado subir precios?
Edgar: Pues sí la verdad, son 3 grandes bandas sin duda. Encima de un escenario son enormes y como personas no tienen precio, muy grandes todos. ¿Subir el precio? mmm no creo, depende el cartel que hagamos y las bandas claro, todo hay que hacerlo milimetrado para sacar ganancias a la hora de cubrir gastos tales como la sala, la publicidad y el dinero para las bandas, ya que nosotros de momento no sacamos nada de ello. Es al contrario, nosotros invertimos y no recuperamos .
David: Tres bandazas, pequeñas aún, pero de una calidad fuera de toda duda y que ojalá lleguen mucho más lejos que es lo que se merecen. El precio fue el más ajustado posible dadas las circunstancias. Más bajo era matemáticamente imposible y más alto era tirarse el pisto. Así que nuestra filosofía a la hora de afrontar una hipotética 4ª edición será la misma: ajustar al mínimo el precio de la entrada dentro de lo razonable, dependiendo de las bandas con las que contemos, del precio de la sala y de todos los costes inherentes del festival. Así pues, dentro de que el precio es una incógnita, volverá a ser lo más accesible posible.
¿Habrá cuarta parte?¿podrías adelantar algo del cártel?
Edgar: Por supuesto que habrá cuarta edición (risas), si se puede lo haremos. Antes tenemos que juntar nuestras cabecitas y empezar a pensar porque aún no nos hemos puesto a ello. El día que tengamos algo lo iremos desvelando poco a poco, pero como en todo manda don dinero, no es fácil hacer un festival y llevarlo a buen puerto.
David: Mi compi parece que está muy seguro de ello jaja y yo me imagino que así será. Tampoco quiero sembrar la duda pero claro, al preguntarnos por algún adelanto del cartel te confirmo que aún no tenemos absolutamente nada jaja. Por tener tenemos muchas ideas, pero del dicho al hecho hay una distancia inmensa y todavía tenemos que sentarnos para poner cosas factibles sobre la mesa e iniciar los contactos. Aparte de que nuestra economía es un problema importante a la hora de poner la maquinaria en marcha. A la experiencia de la anterior edición me remito ya que cuando empezamos a organizarlo teníamos unas ideas muy claras y un concepto radicalmente distinto a lo que acabó siendo el festival. Con esto no quiero decir que las cosas no nos hayan salido bien, todo lo contrario, pero sí en que la idea con la que empiezas puede cambiar y de hecho cambiará muchísimo según vayamos avanzando en el proceso de creación. Ojalá el crecimiento que hemos tenido en cada edición sea igual de ascendente en base a nuestras posibilidades.
Una pregunta personal, me encanta vuestra camiseta ¿dónde puedo comprar una?
Edgar: Muchas gracias, con que me mandes un mensaje privado para pedirte una, sin problema.
David: La verdad es que el diseño se sale, flipamos mogollón con el curro que se marcó Turri, cantante de Thirteen Bled Promises, que además es un artista como una catedral. Tal como dice mi compi, para conseguir una tienes que decírselo a él jeje, ya que en principio no tenemos camisetas a la venta, si no que cuando tenemos un número aceptable de peticiones hacemos el encargo a fábrica y listo, como un crowdfunding pero más de andar por casa jaja, aunque es posible que eso cambie en un futuro.
Venga, otra pregunta personal ¿habéis pertenecido o pertenecéis con alguna banda?¿Cómo fueron vuestros primeros pasos en el metal?
Edgar: No, a ninguna banda, cantar se me da fatal (risas) y no sé tocar ningún instrumento, aunque tocar los cojones se me da de miedo ( risas). En el metal empecé como casi todos supongo, de pequeño con 13 años o así empecé a escuchar a Guns’n’roses, Slayer, Sodom, Metallica, Sarcófago… lo típico ya sabes (risas) y poco a poco yendo a conciertos y pillando material de los grupos. Ya más crecidito, como este mundo me encanta, pues metí un poco más la cabeza y empecé a currar en bolos detrás del escenario (a día de hoy lo sigo haciendo). Vamos, un poco de todo y un mucho de todo y así pues terminas conociendo los entresijos de este mundo de la música con sus pros y sus contras.
David: No, nunca he pertenecido a ninguna banda y jamás seré miembro de ninguna. No porque no me gustaría, sino que por mucho que ame la música, nunca he tenido la inquietud de aprender a tocar ningún instrumento y tampoco es que tenga una voz apta para cantar. Siempre he preferido mantenerme al otro lado y formar parte del público. En esto del metal y el rock empecé en mi época teeneger alrededor de los 16 añitos. Siempre he sido muy visceral y supongo que era cuestión de tiempo que la intensidad de esta música y la rabia y la pasión que transmite me hicieran tilín. En cuanto llegó a mis oídos la distorsión guitarrera y el poderío vocal de los primeros artistas que escuché, me enganché automáticamente y ya no quise separarme de ello por nada del mundo. Y así sigo jajaja. Mis inicios fueron grupos de rock como Lenny Kravitz y Red Hot Chili Peppers a la vez que me endurecía con Marilyn Manson, Rammstein, Slipknot y System of a down. Eran los tiempos del New Metal y me dio fuerte por ello, pero pronto empecé a interesarme por muchos otros estilos. Evidentemente, en cuanto tuve la mayoría de edad me lancé de cabeza a ir a todos los conciertos posibles y a comprarme camisetas y demás merchandising de manera enfermiza. Mi gusto por estar permanentemente descubriendo multitud de bandas hizo que rápidamente mis gustos se distanciaran del que tenían mis amigos y empecé a asistir a los conciertos por mi cuenta. Gracias a eso empecé a conocer a gente afín y a las bandas que se quedan con tu cara por ser el puto plasta que siempre estaba petándolo en las primeras filas jaja. Y así hasta ahora, con las mismas ganas pero con muchos más achaques. Y que no pare.
Esta pregunta va para Edgar ¿qué haces para parecer tan joven? Hace poco me enteré que tienes ya 40 años y no me lo creía.
Edgar: Eso se lo pregunten a mi señora madre por los buenos genes (risas) y por el alcohol en vena y el Metal por supuesto.
No sé, para mi que te guardas el secreto de la eterna juventud…pero bueno, muchas gracias por las respuestas tan sinceras y por vuestro tiempo.