Fría y muy lluviosa tarde la que hacía el 1 de marzo, camino de la sala Live de Carabanchel, en Madrid, pero con gran emoción por el evento organizado por los colegas de Into the purgatory, para ver a Pestilence en su FIGHT THE PLAGUE TOUR, esta vez acompañados de las bandas Hobo y Visigoth.
Curiosa mezcla de estilos para el cartel la que nos íbamos a encontrar: thrash/death metal de primera categoría teloneados por heavy metal, y eso es algo que quizás hizo que se congregara público de diferentes vertientes, así como varió la gente que se concentraba en las primeras filas según la banda que tocaba.
Con una entrada de público algo pobre en la sala a primera hora, salieron a escena HOBO, jóven quinteto catalán de heavy metal, con un álbum independiente editado en el 2016 llamado Bitter pleasures, y del que fueron desgranando temas con un sonido puramente heavy, recordándome en no pocas ocasiones a influencias de Judas Priest, buenos solos, y un vocalista que trata de ser muy teatral, con una buena voz y registro amplio, haciéndose cargo del apoyo de teclado en “Loveless”, o cambiándose de atuendo, como la bata blanca en “Dr. Fate”.
Tienen momentos que recuerdan a las partes ambientales de los más modernos Iron Maiden o Gamma Ray y a la vez algunos momentos guitarreros muy Schenker/UFO.
Sonaron bastante bien, y tuvieron buena actitud en escenario. Adelantaron también un tema del que será su segundo álbum, aún no editado.
Aunque no hubo demasiada entrega por el público con HOBO, fue un buen arranque para ir calentando la noche, cuando entraron en escena los americanos procedentes de Utah, Visigoth, que ya contaban con mayor afluencia en las primeras filas de seguidores que les esperaban con ganas y que les demostraron gran apoyo.
Fueron tocando temas de sus dos álbumes hasta la fecha, como “Steel and silver” de su reciente “Conqueror’s oath”, sonando potentes en su estilo de power/heavy metal con temas que me traen a la cabeza influencias europeas como Hammerfall o Grave digger.
“Outlive them all” fue de los temas que más me gustaron de su actuación, recordándome a los Helloween de la más vieja escuela con doble bombos acelerados, o
“Warrior queen”, con riffs marcados y melodías dobladas que me hacen pensar en los Maiden más actuales.
Su sonido y ejecución fueron buenos, pero la presencia en escenario es verdad que se me hizo algo pobre, con una banda muy estática con actitud mejorable, cuya imagen se centra más en Jake Rogers, su cantante, que por cierto llevaba una camiseta de la banda Ángeles del infierno, y al que igualmente había momentos donde le faltaba algo de empuje.
La actuación aunque buena, quizás por su carácter lineal y de himno constante en los temas y en la voz, se me empezaba a hacer larga, hasta que arrancaron con el tema que da título a su álbum “The revenant king”, tema de riffs cabalgantes con el que se despidieron para despejar el escenario y dar paso a los reyes de la noche….
Y por fin llegó el momento de volver a ver a Pestilence, embarcados en su Fight the plague tour. Gira basada íntegramente en tocar repertorio old school, con temas única y exclusivamente pertenecientes a sus cuatro primeros álbumes.
Tras un parón de algún tiempo en el que no sabíamos si se retomaría la banda tras el anterior “Obsideo”, Patrick Mameli ha vuelto a reactivar el grupo y ha aparecido con un excelente nuevo disco, “Hadeon”, sorprendiendo a todos con una gira que no consiste en presentar este álbum, ya que quizás sea algo que vaya a hacerse posteriormente, y así en esta ocasión centrarse en dar al personal una serie de conciertos basados en la etapa más querida y recordada de la banda.
Y allí apareció en escena el gran Mameli, en excelente forma, agarrando su característica guitarra “headless” Steinberger enchufada a un puro Marshall valvular, dispuesto a sonar auténticamente Pestilence old school, esta vez sin la 8 cuerdas y las tonalidades graves presentes en los últimos discos, ya que lo que se avecinaba era repertorio clásico al 100%.
Arrancaron con “Malleus Maleficarum / Antropomorphia”, y desde la primera nota quedé absolutamente impactado por la potencia y la precisión sónica de la banda, siguiendo con “Parricide”, “Subordinate to the Domination” y “Commandments”, todos pertenecientes a su primer LP. Ahí estaban Pestilence, sonando como nunca, sin perder un ápice de aquella esencia. Una auténtica apisonadora por la que no han pasado los años.
La última vez que les vi fue en la gira del Doctrine, y tengo que reconocer que Patrick Mameli está aún mejor de forma, con actitud impresionante y totalmente entregado. Me sorprendió el detalle de que durante todo el concierto fue bebiendo leche, sí, sí, LECHE RICA EN CALCIO, la cual nos recomendó para que lleguemos a los 50 estando tan bien como está él. Qué grande es este hombre.
Siguieron “Dehydrated”, con su temática de deshidratación desértica y “Chronic Infection”, de su segundo álbum “Consuming Impulse” donde la entrega del público estaba siendo total, con las primera filas totalmente enfervorizadas.
Siguiendo el órden cronológico de álbums en el repetorio, entramos en la era “Testimony of the ancients”, donde pudimos observar la precisión e increíble técnica de la banda, dedicando la mayor parte del repertorio a este disco, desgranando joyas como “The Secrecies of Horror”, “Twisted Truth” o “Land of Tears”, entre sus espectaculares solos de guitarra y estructuras más complejas,
El momento álgido de la noche llegó con “Prophetic revelations”, y sus originales riffs “estirados”. Uno de mis temas favoritos de la banda.
Cerraron este bloque con “Presence of the dead”, para despedirse finalmente con el que nos presentaban como el mejor tema de “Spheres”, el impresionante “Mind reflections”.
Volvieron una vez más para cerrar con un bis, el “Out of the body”, de nuevo viajando hacia el “Consuming impulse”, dejándonos con ganas de mucho más y habiéndose pasado el concierto en un suspiro.
Patrick Mameli se ha rodeado como siempre de excelentes músicos de un nivel técnico increíble: Septimiu Hărşan a la batería, Tilen Hudrap al bajo, y en la difícil tarea de sustituir a Patrick Uterwijk está Calin Paraschiv.
Pienso cómo es posible que una banda tan importante como Pestilence no haya venido a llenar una sala de al menos centenares de personas, pero desde luego que los que estuvimos allí disfrutamos a lo grande, coreando su nombre en numerosas ocasiones.
Sólo espero que vuelvan pronto, quizás en un nuevo tour presentando su reciente “Hadeon” y que nadie se lo pierda. Conciertazo, sin duda. 10/10
Reseña escrita por Victor Martín de Keys to Eternity
Datos
Sala: Live de Madrid
Día: 1 de marzo de 2018
Aforo: 150 personas aprox.
Multimedia
Høbo son:
Tonga Drogs: Bajista.
Jan Paelinck: Guitarra rítmica.
Ian Leonel Taglialavore: Guitarra solista.
Frank Melero: Vocalista.
Visigoth son:
Jake Rogers (Vocals),
Leeland Campana (Lead Guitar),
Jamison Palmer (Guitar),
Matt Brotherton (Bass Guitar),
Mikey T. (Drums)
Pestilence son:
Patrick Mameli – Leadguitar/Vocals
Calin Paraschiv– Lead guitar
Tilen Hudrap – Bass
Septimiu Harsan – Drums