Leyendas del Rock 2024: Crónica día 4
Equilibrium: Un Torbellino de Folk Metal Sinfónico

La tarde prometía emociones fuertes en el festival, pero cuando Equilibrium tomó el escenario, fue evidente que estábamos a punto de presenciar algo realmente especial. La banda alemana, conocida por su magistral fusión de folk y black metal sinfónico, demostró por qué ha sido una fuerza en la escena del metal durante más de dos décadas. Con su enérgico setlist, Equilibrium ofreció una actuación mas que buena a pesar de la hora y el calor.

El concierto comenzó con «Shelter», una elección que rápidamente envolvió al público en la atmósfera única de la banda. Con las primeras notas, René Berthiaume y Dom R. Crey marcaron el tono con guitarras afiladas y melódicas, mientras que el tecladista Skadi Rosehurst aportó la textura sinfónica que caracteriza al grupo. Le siguió «Renegades – A Lost Generation», una canción cargada de poder y relevancia contemporánea, donde la banda mostró su habilidad para combinar mensajes modernos con sus raíces en la mitología germánica.

La energía no hizo más que aumentar con «Rise Again». Pero fue «Born to Be Epic» la que realmente encendió la llama del público. Este tema, ya un clásico moderno de Equilibrium, fue recibido con un rugido de aprobación.

Pero el clímax de la tarde llegó con «Blut im Auge», uno de los temas más emblemáticos de Equilibrium. La multitud, completamente entregada, cantó cada palabra, creando un momento de comunión que solo se puede experimentar en un concierto en vivo. La ferocidad de la batería de Tuval «Hati» Refaeli y el bajo retumbante de Skar crearon una base sólida sobre la que René y Dom tejieron sus complejas melodías, llevando la emoción a su punto álgido.

Equilibrium dejó claro por qué son una de las bandas más respetadas del folk metal sinfónico. Su habilidad para combinar la brutalidad del metal con la belleza de las melodías tradicionales alemanas, hizo de su actuación un momento destacado del festival.

Equilibrium

Equilibrium

Equilibrium

 

Týr: Un Viaje Épico a Través del Folk y Viking Metal

Después de Equilibrium le llego el turno a Tyr para completar una tarde pagana y vikinga. La banda feroesa, que ha sido un pilar en la escena del metal desde su formación en 1998, ofreció una actuación que combinó potencia, melodía y una profunda conexión con la mitología nórdica. Con un setlist repleto de clásicos y nuevas joyas, Týr demostró por qué sigue siendo una de las bandas más respetadas y queridas en su género.

El concierto arrancó con fuerza con «By the Sword in My Hand». Desde los primeros acordes, Heri Joensen capturó la atención del público con su poderosa voz y su habilidad para contar historias a través de las letras. Le siguió «Dragons Never Die», un tema que resonó con fuerza entre los asistentes, combinando la dureza del metal con las melodías tradicionales feroesas, creando una atmósfera cargada de energía y misticismo.

La banda demostró su maestría al fusionar lo antiguo con lo moderno, lo que quedó aún más claro con «Hammered», una canción que hizo que la audiencia no pudiera evitar corear junto a la banda. La combinación de guitarras afiladas, ritmos contundentes y melodías tradicionales dejó claro que Týr es un maestro en la creación de himnos vikingos modernos.

«Tróndur í Gøtu», una oda a uno de los héroes más importantes de las Islas Feroe, continuó este viaje épico, mostrando la habilidad de Týr para mezclar narrativas históricas con un metal poderoso y envolvente.

La recta final del concierto, con «Blood of Heroes» y «Hold the Heathen Hammer High», fue simplemente apoteósica. Ambos temas encapsulan la esencia de lo que hace a Týr una banda única en el panorama del metal: la habilidad de combinar poderosas melodías con una narrativa rica y significativa.

La banda feroesa demostró una vez más por qué sigue siendo una fuerza imparable en el mundo del folk y viking metal, ofreciendo una experiencia que fue tanto un espectáculo musical como una inmersión cultural.

Tyr

Tyr

Tyr

 

Wind Rose: Los Enanos del Heavy Metal Arrasan el Escenario

El festival de metal de este año se convirtió en una auténtica mina de oro cuando Wind Rose, los autodenominados «Enanos del Heavy Metal», tomaron el escenario. Provenientes de Pisa, Italia, y armados con una combinación poderosa de power y folk metal, estos músicos lograron llevar al público a un viaje épico por las profundidades de la Tierra Media. Con una puesta en escena digna de cualquier historia de Tolkien, la banda entregó un concierto que resonó tanto en lo visual como en lo musical, haciendo vibrar a todos los presentes con su energía contagiosa y sus melodías envolventes.

La noche comenzó con una explosión de energía cuando Wind Rose abrió con «The King Under the Mountain», una canción que encapsula perfectamente su estilo: épica, poderosa y cargada de referencias a la mitología de los enanos. El vocalista Francesco Cavalieri, con su imponente presencia (ojo al calor que hacia y el ataviado con la armadura todo el concierto) y voz, logró capturar de inmediato la atención del público, mientras que las guitarras de Claudio Falconcini y el bajo de Cristiano Bertocchi crearon una pared de sonido que hizo temblar el escenario.

La intensidad subió nuevamente con «Army of Stone», una canción que demuestra la habilidad de Wind Rose para combinar melodías pegajosas con una base rítmica poderosa. Federico Gatti en la batería y Federico Meranda en los teclados llevaron la canción a un nuevo nivel, construyendo una atmósfera marcial que hizo que el público se sintiera parte de un ejército invencible.

El concierto cerró con dos de los temas más esperados de la noche: «Mine Mine Mine!» y el fenómeno viral «Diggy Diggy Hole». «Mine Mine Mine!» se presentó como una explosión de adrenalina, con la banda entregando una de sus actuaciones más intensas de la noche. El público, ya completamente entregado, no dejó de saltar y corear, creando un ambiente de pura celebración.

Finalmente, «Diggy Diggy Hole», el himno que ha llevado a Wind Rose a nuevas alturas de popularidad, cerró la noche de manera perfecta. La canción, con su ritmo contagioso y su estribillo inolvidable, unió a la multitud en un último grito de batalla, dejando claro que Wind Rose no solo son los reyes de las montañas, sino también de los corazones de sus fans.

Desde el primer acorde hasta el último grito de «Diggy Diggy Hole», Wind Rose llevó al público en un viaje inolvidable, reforzando su lugar como una de las bandas más emocionantes y originales en la escena del metal actual.

Wind Rose

Wind Rose

Wind Rose

 

Stratovarius: El Poder del Metal Melódico en su Máxima Expresión

El concierto de Stratovarius fue una muestra contundente del legado y la maestría de una banda que ha sido pionera en el power metal y el metal sinfónico desde su formación en 1984. A pesar de no contar con ningún miembro original en su alineación actual, Stratovarius ha logrado mantener una coherencia y calidad que sigue siendo altamente apreciada por su audiencia global.Stratovarius es una de las pocas bandas míticas que no habíamos visto en directo nunca y aun después de tantos años consiguió dejarnos un buen sabor de boca.

El evento estuvo marcado por una selección de temas que abarcó tanto los clásicos que definieron su carrera como algunas piezas de su trabajo más reciente. Timo Kotipelto, el vocalista de la banda desde 1994, demostró una vez más por qué su voz es una de las más emblemáticas dentro del género, manejando con precisión y potencia las exigentes melodías características de Stratovarius. Jens Johansson, en los teclados, añadió su sello distintivo, combinando elementos de música clásica con la velocidad y complejidad del metal, manteniendo una presencia escénica que complementó perfectamente la energía de la banda.

La ejecución técnica fue impecable, con cada miembro dio una actuación pulida y sincronizada. Las canciones icónicas como «Black Diamond» y «Hunting High and Low» fueron recibidas con entusiasmo por la audiencia, demostrando la vigencia del repertorio de Stratovarius.

Stratovarius ofreció una actuación que reflejó tanto su larga trayectoria como su habilidad para mantenerse relevante en la escena del metal.

Stratovarius

Stratovarius

Stratovarius

Stratovarius

 

Eihwar: Un Caos Neo-Vikingo que Sacude los Escenarios con Fuerza Primordial

Pues no vamos a tirarnos al pisto, no conocíamos de nada. a esta banda, y nunca habiamos escuchado nada suyo, pero nos llamaba muchísimo la atención su propuesta. A diferencia de muchas bandas que exploran los temas nórdicos y paganos con una seriedad casi reverencial, Eihwar eligió un enfoque radicalmente diferente. Desde el primer acorde, quedó claro que su misión era sumergir al público en un frenesí imparable, combinando lo mejor de los sonidos tradicionales nórdicos con la energía cruda de la electrónica moderna.

El dúo, formado por Asrunn y Mark, mostró su virtuosismo en los instrumentos acústicos, pero fue su habilidad para fusionar estos sonidos con la potencia technoide lo que realmente encendió la atmósfera. La música de Eihwar no es solo festiva; es una invitación al caos. Los ritmos electrónicos, descritos por la banda como «nuevo acero», golpeaban con una frialdad implacable, mientras que las voces en trance de Asrunn y los sonidos tradicionales evocaban una conexión con lo ancestral, creando una mezcla única que resonaba profundamente en la audiencia.

Desde su aparición en YouTube a principios de 2023, Eihwar ha crecido a un ritmo vertiginoso, y su energía en vivo explica perfectamente su rápido ascenso. Con su presencia en festivales tan importantes como Hellfest y Wave Gotik Treffen, han demostrado que no son simplemente una moda pasajera, sino una fuerza con la que hay que contar en la escena musical europea.

El concierto fue un torbellino de emociones y energía, con momentos que rayaban en lo ritual, como si los dioses antiguos se hicieran presentes en medio del caos electrónico. La audiencia, atrapada en este trance colectivo, no podía dejar de moverse, perdiéndose en los ritmos implacables que Eihwar desplegaba sin piedad.

Para aquellos que buscan una experiencia musical que sea tanto una celebración como un desafío a los sentidos, Eihwar es la respuesta. Han logrado lo que pocos pueden: conectar lo antiguo con lo moderno de una manera que no solo se siente auténtica, sino también absolutamente necesaria en el mundo colapsante de hoy. Su música es un recordatorio de que, incluso en el caos, hay espacio para la diversión y la conexión con algo más grande.

Eihwar

Eihwar

Eihwar

 

Alestorm: Una Noche de Piratas, Caos y Diversión en Alta Mar

El concierto de Alestorm fue una travesía que llevó al público a través de mares agitados de metal folclórico y diversión. Desde el momento en que Christopher Bowes y su tripulación subieron al escenario, quedó claro que esta no sería una noche ordinaria, sino una auténtica fiesta pirata.

El setlist, que abarcó desde los himnos clásicos como “Keelhauled” y “Back Through Time” hasta los temas más recientes como “Magnetic North” y “Uzbekistan,” ofreció una mezcla perfecta de lo mejor de la discografía de la banda. Cada canción, con su temática bucaneera y sus épicos relatos de aventuras, estaba cargada de una energía contagiosa que hizo que la audiencia se sumergiera en el espíritu de la piratería.

Alestorm demostró por qué han sido una fuerza en el mundo del metal desde su cambio de nombre de Battleheart a Alestorm en 2007. La banda, que comenzó con una formación modesta, ha evolucionado hasta convertirse en una de las bandas más queridas de la escena del folk metal, y esta noche lo demostraron con creces.

La presencia escénica de Christopher Bowes, el carismático líder de la banda, era inigualable. Su interacción con el público, junto con la habilidad del tecladista Elliot Vernon y el guitarrista Máté Bodor, creó un ambiente festivo que mantenía a todos en movimiento. La adición de los temas inesperados, como la cover de “Hangover” de Taio Cruz, sorprendió y deleitó a la multitud, mostrando el sentido del humor y la versatilidad musical de Alestorm.

El momento culminante de la noche llegó con “P.A.R.T.Y.” y “Shit Boat” que llevaron la energía del concierto a niveles estratosféricos. La banda no escatimó en detalles para hacer de esta experiencia algo memorable, esto unido a los hinchables de los patos, y al hinchable final con las palabras Fuck you, pues consiguió ganarse a la audiencia, que ya venia totalmente entregada, no nos mintamos.

Alestorm se despidió de la audiencia con una promesa de más diversión y locura en el futuro, y si esta noche fue una muestra de lo que está por venir, los fans pueden esperar muchas más travesías musicales épicas. El concierto de Alestorm fue una celebración vibrante del espíritu libre y aventurero del metal pirata, ofreciendo una experiencia inolvidable llena de energía, risas y, por supuesto, ¡mucha música que invita a levantar el vaso!

Alestorm

Alestorm

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Saurom: Una Odisea de Folk Metal y Fantasía en Vivo

Y llegamos a lo que, para nosotros, fue el plato fuerte de la noche, Saurom; otro grupo que no hablamos visto jamas en directo y que, hemos de decir, nos dejo con la boca abierta, podían haber actuado una hora antes en el otro escenario sin ningún tipo de problema, es mas, creemos que a no mucho tardar, lo harán. El concierto tuvo de todo, magia, fuego, grandes canciones, grandes músicos, actuaciones en vivo, coros, tanto, que al final había mas de 50 personas en el escenario, increíble.

El concierto de Saurom fue una inmersión mágica en un mundo donde el folk metal y las leyendas se entrelazan de manera sublime. Celebrando una carrera que abarca más de dos décadas, la banda desplegó un setlist que combinaba su evolución musical con su amor incondicional por las historias y la tradición.

El show comenzó con el vibrante “El pájaro fantasma” un tema que no solo mostró la maestría musical de la banda, sino también su habilidad para envolver al público en una narrativa épica. La entrada de Elizabeth Amoedo en el escenario añadió un matiz encantador, dando vida a los intricados arreglos que caracterizan el estilo único de Saurom.

La noche continuó con una mezcla impecable de clásicos y novedades. Temas como “Amanecer” y “La hija de las estrellas” demostraron la madurez musical de la banda, mientras que canciones como “No seré yo” y “Músico de calle” ofrecieron momentos emotivos y poderosos, reforzados por la participación de Isra Ramos y Ramón Lage, quienes elevaron la experiencia a nuevas alturas.

El setlist, cuidadosamente elaborado, incluyó una serie de homenajes a la rica historia y el legado de la banda. La inclusión de “La leyenda de Gambrinus” y “La batalla con los cueros de vino” resonó con una esencia mágica, mientras que piezas como “El carnaval del diablo” y “El lazarillo de Tormes” reflejaron su habilidad para fusionar el folklore tradicional con un enfoque moderno.

Uno de los puntos culminantes de la noche fue la interpretación de “La Llorona” una cover tradicional que Saurom transformó en una experiencia inolvidable, manteniendo la esencia de la canción mientras la adaptaban a su estilo característico. Además, “Noche de Halloween” y “La taberna” destacaron por sus colaboraciones, añadiendo una capa de riqueza y diversidad al espectáculo.

El espectáculo no solo fue una celebración de la música de Saurom, sino también una representación de su evolución artística. Desde sus inicios con el folk metal festivo hasta sus incursiones en temas más pesados y profundos, la banda demostró una capacidad admirable para mantenerse fiel a sus raíces mientras explora nuevas direcciones.

El concierto de Saurom fue una travesía fascinante a través del folk metal y la fantasía, un testimonio del legado de la banda y su habilidad para conjurar magia en el escenario. La combinación de su música, narrativa y presentaciones visuales dejó a la audiencia con una sensación de haber participado en una auténtica odisea de leyendas y música. Y, por supuesto, nos dejaron con unas ganas increíbles de verles el año que viene en el Wizin.

Saurom

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Fundador, redactor, fotografo y webmaster de Atanatos