El blackened death metal es un subgénero que fusiona la brutalidad técnica y la agresividad del death metal con la oscuridad atmosférica y los elementos temáticos del black metal. A lo largo de las décadas, esta fusión ha evolucionado hasta convertirse en una de las corrientes más intrigantes dentro del metal extremo, con bandas que han redefinido sus fronteras sonoras y estéticas. En este artículo, exploramos la historia, características, influencias y las bandas clave que han contribuido a su desarrollo.
El blackened death metal comenzó a emerger a finales de la década de 1980 y principios de los 90, en un contexto donde tanto el death como el black metal estaban en pleno auge. Bandas pioneras del death metal como Morbid Angel, Deicide, y Possessed, con su temática satánica y su enfoque oscuro, sentaron las bases para lo que más tarde se convertiría en blackened death metal.
En paralelo, el black metal noruego estaba explotando con grupos como Mayhem, Emperor, y Darkthrone, que aportaban una atmósfera más helada, composiciones minimalistas y una estética más mística. Algunas bandas comenzaron a adoptar elementos de ambos géneros, dando lugar a un sonido híbrido que combinaba:
- La velocidad y la brutalidad del death metal.
- La atmósfera oscura, los riffs disonantes y la estética del black metal.
- Letras que abordan temas como el ocultismo, la misantropía y la anti-religión.
Entre los primeros grupos en fusionar estos elementos se encuentran:
- Behemoth (Polonia): Inicialmente una banda de black metal puro, Behemoth adoptó progresivamente elementos del death metal, logrando un sonido más técnico y agresivo con álbumes como «Satanica» (1999) y «Thelema.6″ (2000).
- Belphegor (Austria): Con una estética satánica y blasfema, han combinado la rapidez del black metal con la brutalidad del death metal desde su álbum debut «The Last Supper» (1995).
- Necrophobic (Suecia): Su álbum «The Nocturnal Silence» (1993) es uno de los primeros en mostrar una clara fusión de black y death metal.
- Dissection (Suecia): Aunque más cercanos al black metal melódico, incorporaron elementos de death metal en álbumes como «Storm of the Light’s Bane» (1995).
Este subgénero se caracteriza por una combinación única de elementos estilísticos que lo diferencian de sus progenitores:
- Instrumentación:
- Riffs afilados y disonantes típicos del black metal.
- Baterías veloces con blast beats y dobles bombos.
- Voces guturales profundas combinadas con gritos agudos.
- Producción más pulida en comparación con el black metal tradicional, aunque muchas bandas mantienen una estética cruda.
- Temáticas:
- Filosofía ocultista, satanismo y anti-religión.
- Temas mitológicos y esotéricos, inspirados en culturas antiguas.
- Elementos nihilistas y misantrópicos.
- Estética Visual:
- Uso de corpse paint y vestimenta oscura influenciada por el black metal.
- Portadas de álbumes con arte sombrío, simbología oculta y referencias mitológicas.
Durante los años 2000 y 2010, el blackened death metal evolucionó con una mayor sofisticación en la producción y en la composición musical. Bandas como Behemoth, con su álbum «The Satanist» (2014), lograron una producción de alta calidad y una profundidad lírica y visual que los consolidó como una de las bandas más influyentes del género.
Nuevas bandas emergieron, aportando elementos sinfónicos, avant-garde e influencias progresivas, lo que ha permitido que el género evolucione constantemente.
- Hate (Polonia): Con un sonido denso y místico, sus álbumes como «Auric Gates of Veles» (2019) han definido una evolución moderna del género.
- Svart Crown (Francia): Combinando influencias de death y black metal con estructuras progresivas.
- Inferno (República Checa): Una de las bandas más experimentales, incorporando elementos atmosféricos y ritualísticos.
- The Order of Apollyon (Francia): Una propuesta fresca con un sonido agresivo e introspectivo.
- Veld (Bielorrusia): Mezclan técnica y brutalidad con una gran producción moderna.
El género ha experimentado un resurgimiento gracias a la proliferación de festivales especializados, como el Inferno Festival en Noruega y el Brutal Assault en República Checa, donde muchas bandas de blackened death han encontrado un espacio ideal para exponer su arte.
En cuanto a lanzamientos recientes, discos como «Opvs Contra Natvram» (2022) de Behemoth siguen demostrando la relevancia del género en la actualidad, mientras que bandas más jóvenes exploran nuevas fusiones con elementos sinfónicos y electrónicos.
A medida que el metal extremo continúa evolucionando, el blackened death metal parece dirigirse hacia una mayor diversificación estilística. La incorporación de elementos sinfónicos, avant-garde e incluso influencias electrónicas por parte de bandas emergentes sugiere un futuro prometedor.
Algunas tendencias clave incluyen:
- Mayor experimentación: Bandas como Imperial Triumphant están mezclando avant-garde y jazz con el sonido extremo.
- Producción más sofisticada: La tecnología ha permitido que las bandas suenen más potentes sin perder la esencia cruda.
- Letras más introspectivas: Inspiradas en filosofía, psicología y temas existenciales.
El blackened death metal ha recorrido un largo camino desde sus raíces en la fusión del death y el black metal hasta convertirse en una entidad propia con una identidad bien definida. Con una escena vibrante en constante expansión y bandas que continúan innovando dentro del género, su legado se mantiene vivo y su futuro parece prometedor.
Desde los clásicos como Behemoth y Belphegor, hasta las propuestas emergentes más vanguardistas, el blackened death metal sigue desafiando las fronteras del metal extremo, proporcionando una experiencia auditiva intensa y única para los seguidores más devotos del género.