Formados en 1991 en Gdańsk, Polonia, Behemoth ha evolucionado desde el black metal tradicional hasta convertirse en una de las fuerzas más influyentes del blackened death metal moderno. Liderados por el carismático y controvertido Adam «Nergal» Darski, su carrera es un testimonio de reinvención artística, provocación ideológica y maestría musical.
Con una fuerte identidad visual, letras que exploran la anticristiandad, el ocultismo, la mitología y el individualismo filosófico, y una producción impecable, Behemoth ha labrado un lugar entre las bandas más relevantes del metal extremo.
«Sventevith (Storming Near the Baltic)» (1995)
Temática: Inspirado en el paganismo eslavo, mitología báltica y una visión romántica de la naturaleza, el álbum es un tributo a las raíces paganas precristianas de Polonia.
Sonido: Con un sonido fuertemente influenciado por el black metal noruego, el álbum presenta guitarras atmosféricas, blast beats crudos y producción lo-fi. También incorpora pasajes acústicos y teclados ambientales que agregan una dimensión épica y folklórica.
Crítica: Fue bien recibido en el underground europeo, destacando por su singular enfoque pagano en una escena saturada de satanismo nórdico. Aunque aún inmaduros en ejecución, mostraron una ambición notable.
«Grom» (1996)
Temática: Continúa con temáticas paganas, pero introduce una vena más anticristiana y nacionalista, junto con elementos personales. El título significa «trueno» en polaco.
Sonido:Behemoth experimenta con voces femeninas, sintetizadores, guitarras acústicas y estructuras complejas, sin abandonar sus raíces black metal. Es uno de sus discos más diversos estilísticamente.
Crítica: Dividió opiniones: algunos alabaron su experimentación, otros consideraron que diluía su esencia. Hoy es visto como un puente necesario hacia su evolución.
«Pandemonic Incantations» (1998)
Temática: Un giro hacia el satanismo teísta y la blasfemia, alejándose del paganismo. Las letras son más oscuras y nihilistas.
Sonido: Este disco marca el inicio de la transición al blackened death metal, con riffs más densos, una producción más nítida y la entrada del batería Inferno, clave en la evolución del sonido Behemoth.
Crítica: A pesar de su tono más oscuro y sólido, fue opacado por la falta de promoción. Sin embargo, canciones como «The Thousand Plagues I Witness» mostraron el camino hacia una nueva etapa.
«Satanica» (1999)
Temática: Totalmente entregado al satanismo, el ocultismo y la rebelión metafísica. Aquí comienza la estética más ritual y ceremonial de la banda.
Sonido: Behemoth adopta definitivamente un death metal técnico mezclado con la agresividad del black metal. Inferno brilla con su batería precisa y extrema, y Nergal explora registros vocales más potentes.
Crítica: Un punto de inflexión en su carrera. Fue ampliamente elogiado por su producción, cohesión y brutalidad ritualista. Un favorito en retrospectiva.
«Thelema.6» (2000)
Temática: Inspirado por el ocultismo de Aleister Crowley, el título es una alusión directa al sistema de creencias «Thelema». Hay una marcada exaltación del individualismo espiritual.
Sonido: Más rápido, más agresivo, con un enfoque técnico que recuerda a Nile o Morbid Angel. El sonido es más nítido y estructurado, con una percusión demoledora.
Crítica: Consolidó a Behemoth como una potencia en el metal extremo europeo. Fue alabado por su evolución madura y su aura casi ceremonial.
«Zos Kia Cultus (Here and Beyond)» (2002)
Temática: Inspirado por el ocultismo gnóstico y el sistema mágico de Austin Osman Spare, con temas sobre transgresión, trascendencia y autodeificación.
Sonido: Uno de sus álbumes más densos y técnicos. Las guitarras son más pesadas, el bajo tiene un rol protagonista y la percusión es más precisa y abrumadora.
Crítica: Este disco se considera una joya oculta. Si bien no es tan accesible como otros, su atmósfera esotérica y ejecución impecable lo hacen un clásico de culto.
«Demigod» (2004)
Temática: Exaltación de la divinidad interior del hombre. La figura del demiurgo aparece como símbolo de poder sobre lo material y lo espiritual.
Sonido: Uno de sus discos más icónicos. Producción quirúrgica, riffs colosales, percusión aplastante y una voz dominante. El equilibrio perfecto entre agresión y claridad.
Crítica: Considerado como una obra maestra del blackened death metal. Clásicos como «Conquer All» o «Slaves Shall Serve» siguen siendo pilares en vivo.
«The Apostasy» (2007)
Temática: Antirreligiosa, filosófica y apocalíptica. Refleja el conflicto interno con la fe y la rebelión contra el orden teológico.
Sonido: Añade elementos sinfónicos y corales, con un enfoque cinematográfico. Más épico, más grandilocuente. Incluye el uso de piano, trompetas y coros búlgaros.
Crítica: Muy bien recibido, aunque algunos fans extrañaron la crudeza anterior. Fue clave para su entrada al circuito internacional más mainstream.
«Evangelion» (2009)
Temática: Refina su discurso anticristiano con referencias bíblicas reinterpretadas. Hay una confrontación directa con las doctrinas religiosas desde una óptica existencialista.
Sonido: Una combinación perfecta de épica y brutalidad, con producción a cargo de Daniel Bergstrand y mix de Colin Richardson. Más orientado al groove pero sin perder complejidad.
Crítica: Ampliamente aclamado, con canciones como «Ov Fire and the Void» y «Lucifer». Consolidó su estatus como líderes del metal extremo global.
«The Satanist» (2014)
Temática: Una obra introspectiva y filosófica escrita tras la recuperación de Nergal del cáncer. Un himno a la libertad, la muerte y el arte como redención.
Sonido: Más orgánico y menos técnico. Un enfoque más ritual y artístico, con pasajes atmosféricos, riffs más simples y una producción más cruda pero envolvente.
Crítica: Considerado uno de los mejores discos de metal del siglo XXI. Su madurez y emocionalidad lo convirtieron en un clásico instantáneo.
«I Loved You at Your Darkest» (2018)
Temática: Sigue el legado de «The Satanist», con una crítica feroz al cristianismo y una narrativa más existencial. El título alude al amor demoníaco como transgresión divina.
Sonido: Más accesible y melódico, con uso de coros infantiles, estructuras más tradicionales y secciones atmosféricas. Sin perder su vena provocadora.
Crítica: Recibió elogios por su ambición, aunque algunos fans extrañaron la intensidad de sus discos anteriores. Fue nominado en múltiples rankings anuales.
«Opvs Contra Natvram» (2022)
Temática: Una declaración contra la naturaleza humana, el dogma social y religioso. Reivindica el pensamiento independiente y el arte como arma de combate.
Sonido: Un regreso a una sonoridad más agresiva y técnica, pero manteniendo la estética barroca y oscura de los discos anteriores. Producción cruda pero poderosa.
Crítica: Muy bien recibido. Muchos lo vieron como una síntesis entre «Demigod» y «The Satanist». Se destacó por su coherencia estética y poder lírico.
«The Shit ov God» (2025)
Temática: Este álbum marca un enfoque aún más crudo y visceral en la crítica hacia la religión organizada y el poder institucional. «The Shit ov God» es un manifiesto nihilista y transgresor, en el que Nergal canaliza su rechazo hacia los sistemas opresivos con un lenguaje directo y provocador. Las letras, cargadas de simbolismo oscuro, exploran temas de corrupción, decadencia moral y la caída de los ídolos.
Sonido: Musicalmente, Behemoth regresa a sus raíces más extremas sin abandonar la sofisticación adquirida en sus trabajos recientes. Las guitarras son pesadas y distorsionadas, recordando al black metal de sus primeros años, mientras que la percusión se presenta aún más contundente y técnica. El álbum introduce además algunos pasajes experimentales, con ritmos quebrados y elementos electrónicos sutiles que aportan una atmósfera densa y apocalíptica.
Crítica: El disco ha sido recibido con opiniones divididas: algunos fans celebran el regreso a un sonido más crudo y primitivo, mientras que otros esperaban una continuidad con el estilo más refinado de «Opvs Contra Natvram». Sin embargo, no se puede negar su impacto y la capacidad de la banda para seguir reinventándose después de más de tres décadas en la escena.
Behemoth ha trascendido el metal extremo para convertirse en una entidad artística y filosófica. Desde sus raíces black metal hasta sus actuales rituales apoteósicos, han sabido mantener una integridad creativa única.
Cada uno de sus discos representa una etapa de transformación espiritual y sonora, donde el arte, la provocación y la técnica se funden en un mensaje de rebelión, poder y autenticidad.